miércoles, 25 de enero de 2017

Historia de Resiliencia

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Albert Einstein




es mi tercer ejemplo de una persona resiliente. El gran científico alemán es uno de los más sorprendentes ejemplos de resiliencia. Conocido y admirado por muchos que como yo encuentran en su vida, sus anécdotas y sus posiciones ante aspectos tan apasionantes como la religión o el amor, respuestas sólidas y convincentes a través de sus logros y en general de su vida.

Algunas reseñas históricas de su biografía reflejan que Albert Einstein no aprendió a hablar hasta que tenía casi 4 años y a la edad de 15 años algunos de sus profesores decían que “no llegaría a nada en la vida”.

Se ha escrito que hasta algunos de sus maestros llegaron a pensar que podría haber algo de “retraso” en su desarrollo mental.

Sin embargo él fue un estudiante y trabajador sistemático, que no dejó de creer en sí mismo y en lo que podría lograr en el complicado mundo de la ciencia; sus planteamientos en el ámbito de la física, cambiaron, no sólo el enfoque esencial de dicha disciplina científica como tal, sino que el impacto de sus propuestas ha dado pie a algunos de los más importantes descubrimientos en el ámbito de la física, e incluso en otras disciplinas científicas.

Su vida no fue fácil, se vio obligado a sortear situaciones muy complicadas, tanto en el ámbito laboral y científico, como en su esfera personal y emocional.



Sin embargo y a pesar de muchos contratiempos, e incluso de las muchas descalificaciones que sufrió, tanto en su esfera socio emocional , como en su rol científico, siempre se mantuvo firme en sus creencias, en sus investigaciones y en especial en su concepción del amor.

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